Nuestra historia comienza en un aula de la Facultad de Geografía de la Universidad de Sevilla, en la que una serie de desconocidos de todas partes del mundo tuvo la suerte de conocerse.

Algunos de ellos, los autodenominados "supervivientes", todavía resisten al paso del tiempo, y motivados por su afán de salir de la jaula de cemento en la que viven entre semana, cada poco, se juntan para hacer camino juntos. Caminando se disfruta más del viaje.

viernes, 8 de noviembre de 2013

La montaña como refugio

A lo largo de los siglos el ser humano, tanto en comunidad como individualmente, se ha subido a lo alto de una sierra como protección contra los diversos peligros que pudieran acecharlos.

Azotea en Capileira, pueblo Alpujarreño
Una clara muestra de este tipo de comportamiento son los vestigios de los pueblos de Al-Ándalus, que seleccionaban los mejores sitios para divisar al enemigo para hacer sus asentamientos, aunque no fueran los lugares más cómodos para vivir, daban una protección que lo compensaba. Como ejemplo conservamos muchos nombres de pueblos de origen andalusí en las sierras, basta con hacer un repaso mental de pueblos que empiecen por Al-(lo que sea), o Ben-(lo que sea), aunque no sean exclusivos de montaña, es en ella donde más se concentra este tipo de toponimia.

Generalife y Alhambra desde el Sacromonte.

Cualquiera que haya pasado por las diferentes sierras de Andalucía conoce este tipo de edificaciones, o ha visto torreones y restos de castillos en lo alto de lomas y colinas.Quedando como último fortín del mundo de Al-Ándalus las Alpujarras, en las que aguantaron bastante después de la caída de Granada, con la pendiente como amiga, y soportando a base de razias.




Torre de la Alcazaba de Málaga.
Cientos de años más tarde, los bandoleros tambiénb utilizaban las zonas altas como lugar de escondite aprovechando bosques y cuevas que les servían como cobijo y desde las que asaltar a las diligencias que tuvieran la mala suerte de cruzar por donde tuvieran previsto dar el siguiente golpe.






También podríamos comentar el caso de los Maquis, o los guerrilleros, que ,de manera casi natural, buscan las alturas para poder escapar y asentarse en un lugar en el que no es fácil ser encontrados.

Bandolero en la Sima del Republicano, Villaluenga del Rosario.


¿No es un buen motivo para echarse al campo cada vez que uno pueda el conocer o revivir estas historias a través de la orografía, los restos, la etnografía y la naturaleza de nuestras sierras? O por lo menos leer sobre ello, aunque mejor una combinación de ambas opciones.

Libro sobre los bandoleros en la Serranía de Ronda, recomendación del Blog Tarramikita para lecturas serranas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario