Nuestra historia comienza en un aula de la Facultad de Geografía de la Universidad de Sevilla, en la que una serie de desconocidos de todas partes del mundo tuvo la suerte de conocerse.

Algunos de ellos, los autodenominados "supervivientes", todavía resisten al paso del tiempo, y motivados por su afán de salir de la jaula de cemento en la que viven entre semana, cada poco, se juntan para hacer camino juntos. Caminando se disfruta más del viaje.

viernes, 2 de marzo de 2012

¿Próximo objetivo?

Se empieza ya a escuchar de nuevo el runrún de los motores en el seno del Comando Tarramikita, comienza a haber ansia por salir de nuevo al campo. Pues ya sabéis éste es un buen sitio para proponer, hablar, decidir etc... ¡¡Pasadle la dirección del blog a quien le pueda interesar!!

Entre los destinos sugeridos en ocasiones anteriores tenemos los siguientes:

  • La Tiñosa (1568 metros), éste ya es durito ¿eh?, con campo base en Priego de Córdoba, echando un fin de semana, de la que se ha hecho cargo Amparo.

jueves, 1 de marzo de 2012

El "casi mil" de Huelva - CERRO “EL CASTAÑO”.


El techo de la provincia de Huelva es motivo de controversia entre montañeros. Unos afirman que es el Cerro de los Bonales, con 1055 metros altura, mientras que otros se inclinan más por el Cerro del Castaño, de 669 metros. ¿Por qué, si la altura del primero es bastante mayor? El motivo está en su localización: el Cerro de los Bonales no se encuentra íntegramente en la provincia de Huelva (su vertiente Norte es extremeña). En cambio, el Cerro del Castaño es el corazón de la Sierra de Aracena. Por tanto, para ser fieles al reto de subir los techos de las tierras andaluzas, optamos por el segundo.  
La ruta que nos planteamos no presentó ninguna dificultad aunque, como en Sevilla, decidimos complicarnos la vida de manera espontánea. Son unos 12 kilómetros, con un desnivel de 500 metros, y con escasas rampas o pendientes importantes. El sendero no tiene marcas, pero la gran mayoría de los cruces están señalizados, por lo que no te pierdes ni con los ojos cerrados. Eso sí, no hay fuentes por el camino, por lo que hay que aprovisionarse bien de agua antes.