Nuestra historia comienza en un aula de la Facultad de Geografía de la Universidad de Sevilla, en la que una serie de desconocidos de todas partes del mundo tuvo la suerte de conocerse.

Algunos de ellos, los autodenominados "supervivientes", todavía resisten al paso del tiempo, y motivados por su afán de salir de la jaula de cemento en la que viven entre semana, cada poco, se juntan para hacer camino juntos. Caminando se disfruta más del viaje.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Llanos y payoyos.

¿Qué hace falta para preparar una ruta de un día en las sierras de Andalucía? Afortunadamente casi nada. Tan fácil como juntarse un grupo de personas, elegir destino, y, sea cual sea el pueblo al que vayas, habrá un sendero señalizado que te lleve hacia un bonito paraje.

A partir de ahí, andar, y disfrutar del paisaje. En esta ocasión del núcleo duro del "Comando Tarramikita" sólo acudimos Andrea con Barba y un servidor, el grupo ha sufrido bajas por diversas razones, las últimas son las de Javier y Amparo ¡a los que deseamos un buen año en Venezuela!, snif , snif... las rutas no serán lo mismo sin vosotros.



Aún así a esta cita acudió una nutrida expedición de 7 senderistas, entre los que no faltó la reciente incorporación de la representación montequintera (sin perro), la sección valencinera, y una componente llegada hace nada desde Hong-Kong, ¡expedición internacional oiga!

Puede que para el éxito en la convocatoria ayudara el hecho de que el sendero tuviera el sugerente nombre de "los LLANOS del Republicano" , e incitara a pensar que iba a ser un paseo... aunque parece que me estoy ganando un poco de fama de "engañar" a mis compañeros de ruta a la hora de explicarles cómo es previamente (acabó en la SIERRA de Líbar).




Esta ruta parte desde Villaluenga del Rosario, un pueblo famoso por sus quesos payoyos de oveja y de cabra, por supuesto, a la vuelta nos trajimos varios de ellos. Es un pecado ir allí y no probarlo, semejante a ir a Aracena y no pillar una bandeja de pasteles del Rufino. Además dicen, con cierta sorna, que tiene la plaza de toros con más aforo de Andalucía, a lo que ayuda la montaña que tiene a su espalda.


Todo el que conoce esta sierra tiene muchos motivos para apreciarla, para mí, uno de los más característicos es la armonía entre la explotación del terreno y el respeto por el entorno, manteniéndose oficios tradicionales como la ganadería, la curtiduría, la elaboración artesanal de quesos, el descorche de los alcornoques, o los deportes de aventura, como el senderismo o la espeleología. En mi opinión, el uso de un territorio protegido (con las limitaciones oportunas), ayuda mucho a que la población tenga conciencia del valor de esa zona y quiera conservarlo y cuidarlo. En pocos sitios he visto un equilibrio como el que existe aquí.

Ya metidos en la ruta, se trata de un sencillo sendero lineal, en el que , partiendo desde el pueblo hacia la Sierra de Líbar se cruza por un llano conocido como "el llano del Republicano" (en este enlace se puede leer el porqué), una zona de rodeada de montañas que forman un bonito circo. En los pies de la Sierra de Líbar se encuentra la Sima del Republicano, un lugar perfecto para los amantes de la espeleología, en el cual hicimos un amigo, que nos explicó a los que nos atrevimos a bajar a la cueva (Pablo, Andrea y yo) el complicado entramado de cámaras y simas que se forman en el interior de esta sierra, durante una media hora aproximadamente, lo cual aburrió soberanamente al resto.



Proseguimos nuestro camino, ya cuesta arriba, no todo iba a ser llano, hacia la Sierra de Líbar, por una cuesta pronunciada, pero que gracias al trazado en zig-zag del sendero, no supuso un excesivo obstáculo (después del Mulhacén, esto es un paseito). Cruzamos hasta los llanos de Líbar, viendo un paisaje precioso de pasto, con un cortijo y ganado vacuno, y siendo visible desde allí la Serranía de Ronda, con lo cual nos dimos cuenta que era mucho más rápido conectar de Villaluenga del Rosario a Jimera de Líbar (en Málaga y cruzando dos sierras) andando que por carretera, qué paradójico.






Bueno, espero que hayáis disfrutado de la entrada, y que os den ganas de visitar estos sitios, sea cuál sea al pueblo de la Sierra de Grazalema al que vayas, tienes mil cosas qué hacer, senderismo, comer, fotografía, escalada, espelología, observación de aves, ¡enga pal campo ya hombre! Este "amigo" siguió mi consejo y nos acompañó durante la ruta.





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