Nuestra historia comienza en un aula de la Facultad de Geografía de la Universidad de Sevilla, en la que una serie de desconocidos de todas partes del mundo tuvo la suerte de conocerse.

Algunos de ellos, los autodenominados "supervivientes", todavía resisten al paso del tiempo, y motivados por su afán de salir de la jaula de cemento en la que viven entre semana, cada poco, se juntan para hacer camino juntos. Caminando se disfruta más del viaje.

lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Y tú de dónde eres?

Cuando me preguntan "¿de dónde eres?", siempre me cuesta trabajo responder y para no soltar una larga ristra de frases que no contestarían verazmente, suelo decir un escueto "de Valencina, un pueblo de cerca de Sevilla", y así no me complico, aunque dista mucho de lo que realmente siento o pienso.
¿Y tú de dónde eres?
Aunque podría llevar a una larga discusión filosófica acerca de si una persona puede ser realmente de un sólo sitio, pese a que intentemos afrontar de una manera simple esta pregunta, no es tan fácil de responder. También podríamos planteárnoslo desde el tópico "¿alguien es de dónde nace o de dónde se hace?", ¿o de dónde ha vivido las experiencias más importantes de su vida?, la verdad es que hay ciertos lugares que sentimos más nuestros que otros, o a los que les tenemos un mayor aprecio, aunque no hayamos pasado tanto tiempo en ellos.

Así que, habiendo nacido en Huelva, habiendo vivido gran parte de mi vida en Valencina (incluyendo la adolescencia que tanto marca), y habiendo estudiado y trabajado en Sevilla de donde más me siento originario es de Aracena.


Castillo de Aracena

Aunque sólo pasara 6 años de mi infancia allí, y no guarde mucho más recuerdo que la cuesta del cole José Nogales, o la guardería de Sacra (a los que por cierto, no fui mucho por mi alergia a los ácaros que me tenía cada poco malo en casa). También recuerdo la puerta de mi casa junto a la Gran Vía, y el bloque de enfrente en el que vivían Carlos e Ignacio, y el patio desde el que embarcábamos balones en una confitería donde siempre olía a masa de pasteles, o el canalito de agua junto a la Gruta de las Maravillas en el que jugábamos de pequeños (mis hermanos y yo)a carreras barquitos hechos de papel o cáscara de nuez.
Bella modelo Costarricense junto a canal de agua cerca de la Gruta de las Maravillas, Aracena.
Bueno, ahora que me pongo a enumerar, me han asaltado muchísimas imágenes de mi niñez que creía que no conservaba cuando he empezado a escribir el párrafo.

También recuerdo cuando iba a ver a mi hermano Güito al entrenamiento de fútbol con el San Roque o cuando subíamos la cuesta hasta el Castillo que domina la colina central del pueblo. Y me vienen ráfagas de memoria de cuando los niños íbamos a la plaza del Marqués de Aracena en Reyes a recoger un regalo de manos de un rey mago, y de mis hermanos disfrazados para los carnavales. Bueno, voy a parar, que no acabo y me voy a poner melancólico perdío, jeje.

A lo que vamos, y sobre lo que va este blog en definitiva, gracias a mi afición al senderismo y la naturaleza, últimamente he vuelto varias veces a Aracena, y sobre todo, a sus senderos y chatas cimas, cubiertas de encinas, alcornoques y castaños, redescubriendo unos paisajes que tenía olvidados y volviendo a hacer "mía" esta sierra.
Bosque a contraluz
Dejando de lado algunas aberraciones urbanísticas, (como la "urbanización", por llamarla de alguna manera, que hay saliendo desde Aracena a Linares de la Sierra), la Sierra sigue preciosa y conserva muchos rincones con una belleza agreste que impresiona, como la subida al Castaño, entre el Castaño del Robledo y Alájar, (ya comentada en este mismo blog), o el Alto del Chorrito entre Linares de la Sierra y Los Marines, siendo el otoño la mejor época para visitarla, tanto para apasionados de los senderos, como para los de la gastronomía. En este último aspecto, ni que decir tiene la riqueza en productos procedentes del cerdo, y por supuesto la variedad de setas y las castañas por doquier que aparecen en esta época.
Jamones y chacinas en potencia
Pues por eso también me gusta sentirme de allí, por lo buenos que están los jamones, la caña de lomo, los quesos y todas las viandas de la zona, uhmm... qué rico, de verdá.

Bueno, no lío más, ¡que vayáis a la Sierra de Aracena, coño ya! Que está preciosa.

¿Y tú? ¿De dónde eres? 

Cascada entre Aracena y Linares de la Sierra.








2 comentarios:

  1. "Hay que hacer un recorrido mental por todo lo que nos parece bello"

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  2. Pues sí, pues sí, pues sí,... está claro que te gusta lo bueno. Al ¿Y tú? ¿De dónde eres?, incorporaría ¿Cuál es tu lugar en el mundo? ¿Lo as encontrado?. Hay una pequeña casita, entre las últimas casitas de Linares de la Sierra por donde debe ir una ribera, con una tapia rematada con tejas que esconde un pequeño jardín con huerta. Las ventanas que dan a la calle son pocas y pequeñitas, pero tiene un soportal mirando al verde de las laderas. Muy cerca queda la Peña de Alhajar, a la que se llega por una carretera serpenteante. Y está allá abajo la propia Alhajar. Es probable que un Sábado o un Domingo esté repleta de familias de la ciudad (yo mismamente con familia o amigos). Pero durante el resto de la semana... que maravilla tomarse una cervecita a la fresca solana en la plaza, o un cafelito (café que no bebo, aunque allí lo haría), antes de que el sol se aparte. En fin, que no he nacido ni vivido en en esa maravillosa Sierra, pero que como ves, también me la apunto. Abrazos!

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